martes, 23 de noviembre de 2010

La muerte de Roca



No vamos  a maldecir a la muerte.
Menos aún a ésta
que dejó sobre el desierto
un cuerpo sin sexo.
Sus fantasmas lo interpelan:
¡Esta vez no cogiste, Julito!
Los fantasmas son así: aguafiestas.
Y medio jodones cuando muere un represor.                                


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